domingo, 8 de noviembre de 2015

"Quien fue a Sevilla perdió su silla"

Y no me mintieron cuando me dijeron que Sevilla era digna de visitar y no querer volver. Llevaba muchos años insistiendo en ir, todo lo que me hablaban de ella era para bien, tanto de la ciudad como de su gente. Al final, conseguí convencer a mi familia y nos fuimos tres días en plena Semana Santa. 
Como os podéis imaginar, estaba todo a rebosar, pero no podía ser para menos. La Semana Santa en Sevilla es famosa a un nivel prácticamente mundial (es más, he conocido a extranjeros que dicen haberla visto retransmitida por la televisión de sus países). Como curiosidad os puedo contar que para las Procesiones, los asientos estaban agotados desde hace meses, llegando a unos precios de doscientos euros. Yo que estaba acostumbrada a verlas de paso por Madrid centro, me sorprendí muchísimo. Pero bueno, dejando un poco de lado la festividad, voy a centrarme también en todo lo que ví. 

Nos alojamos en el hotel Vértice, el cual recomiendo. Buen servicio, tranquilo y además contaba con piscina. A pesar de que estuviéramos aún en Abril, las temperaturas llegaron a cuarenta grados, y refrescarse después de hacer turismo durante todo el día no venía nada mal.

Vimos muchísimas cosas de la ciudad, pero si contara con detalle todo lo acontecido durante la visita, creo que tardaría bastante en terminar de escribirlo, así que os haré un breve resumen y dejaré que el resto lo descubráis vosotros mismos. 
La rutina era desayunar, vestirse y no aparecer por el hotel hasta la noche. Este estaba un poco alejado del núcleo turístico, pero nosotros como llevamos coche no tuvimos problema (para los que no conduzcan, además de taxis, había autobuses al lado que te dejaban en el centro).
La misma tarde que llegamos, visitamos la parte que yo considero más bonita de la ciudad, Plaza España




Llena de detalles en cada una de sus paredes y ventanas, también contaba con bancos revestidos de azulejos que representaban las provincias de la Península. 

























Después recorrimos el Parque de Maria Luisa, en el que no cabían más palomas ni carruajes de caballos. Seguro que casi todos habéis visto la película "Ocho Apellidos Vascos", pues bien, al ver a los caballos fue lo primero que se me vino a la cabeza. Eran algo parecido a los autobuses de dos plantas que hacen un recorrido turístico por la carretera, pero con menos gente y más elegancia. 



Y así a lo tonto, se nos pasaban los días, y seguíamos visitando más y más cosas, y nos acabamos perdiendo por el Barrio de Santa Cruz. Calles estrechas y algo laberínticas, pero que merecía la pena ver, terminando con los famosos Jardines de Murillo. Recorrimos todo el centro, seguimos tomando fotos, hicimos paradas para comer y en definitiva, fue un no parar. 


Por último, os voy a enseñar las famosas Giralda y Torre del Oro que ya tenía muy vistas en papel por mis apuntes de Historia del Arte, pero que todavía no había visto in situ. Para coger una mejor perspectiva de la ciudad, subimos a un mirador conocido como "Setas de Sevilla". 





Antes de terminar, quiero compartir una curiosidad de este viaje. En uno de los días, mi familia y yo estábamos un poco desorientados y como turistas, preguntamos a dos trabajadores de la zona. Así a lo tonto, nos pusimos a hablar y ellos, sin nosotros decirles nada y con sus propios medios, asumieron que veníamos de Madrid. Cuando continuamos nuestro camino, me dijo mi madre que sería por el acento, pero, ¿qué acento? 
Os contaría más, pero creo que es mejor que lo veáis con vuestros propios ojos, porque estoy segura de que os va a encantar.
Un beso y hasta la próxima. 




domingo, 1 de noviembre de 2015

Parada Express: Lisboa

Capital cercana, muchas cosas que ver y un idioma que no se aleja mucho del nuestro, ¿qué más podemos pedir? No sabría si decir por desgracia o por suerte, yo sólo pude estar un día pues me pillaba de paso y decidí hacer una breve parada, pero el escaso tiempo que estuve ahí hizo que me entraran más ganas de volver.


Nada más entrar, su enorme puente color rojo vivo (según dicen, el puente colgante más grande de Europa), que a muchos nos recordará al de San Francisco, consiguió captar mi atención. Más de dos kilómetros de puro acero eran atravesados a cuatro ruedas, para por fin poder adentrarme en la ciudad de Lisboa.

Cada calle que pisaba era más empinada, pero no menos vacía. Una gran multitud de personas abordaban cada metro cuadrado de la ciudad, aunque esto no impedía poder moverte a tus anchas por esas calles revestidas de azulejos.

En pleno mes de agosto y con unas temperaturas muy veraniegas, no podía esperar menos que una capital llena de turistas que colapsaban todo monumento y  terrazas al aire libre para reponer fuerzas. 




Y sin duda, Portugal no sería Portugal sin sus conocidos tranvías que hacen tu viaje un poco menos exhausto (porque claro, subir tanta cuesta a pie, lo quieras o no, agota poco a poco tu energía). 


Pese a lo mucho que había que ver en tan poco tiempo, las fotos nunca pueden faltar...





No me podía ir sin echarle un vistazo a lo que escondían los escaparates de las tiendas. Es cierto que algunas de estas ya eran frecuentadas por mi en España, pero hubo otras que me sorprendieron. Buenos precios, mucha variedad y con un estilo diferente.

Y se iba acercando la hora de comer, pero todo restaurante que veía estaba cada cual más lleno (y en algunos el menú era imposible de descifrar). Entonces optamos por algo más improvisado, un "picnic". La famosa Torre de Belén estaba rodeada de un césped ideal para extender tu manta, sacar la nevera llena de bebidas y aprovecharte de las sombras de los árboles que te ofrecían cobijo. Daban ganas de quedarse ahí, y es que con lo a gusto que se estaba a la sombra, si le sumamos el sonido de las aguas del Tajo, se convertía en un rincón de lo más acogedor. Pero quedaba una última parada antes de volver, el Cristo-Rei de Almada. Hubo que coger el coche para llegar hasta él, pero mereció la pena. Altura de vértigo, solo mirando hacia arriba te das cuenta de las dimensiones. Daba la sensación de que en cuanto dejaras de echarle un ojo se te iba a caer encima, pero se mantenía firme contra el viento. A penas pude ver su interior, porque dio la casualidad de que justo se estaba celebrando una boda (otro de los motivos por los que quiero volver a Lisboa). De lo que si se pudo disfrutar fue de las panorámicas vistas que había desde la cima donde estaba el monumento. Se podía ver toda la ciudad y el gran Puente 25 de Abril. Tras las fotos y los vídeos, el café de después de comer y el breve paso por la tienda de recuerdos, tocaba  marcharse y salir hacia Madrid.

Espero que a los que ya hayáis estado, os hayan entrado tantas ganas de volver como a mí, y para los que no lo hayáis pisado, que esté incluido en uno de vuestros próximos destinos. 

 ¡Qué tengáis buen día y nos vemos pronto!









 

 Torre de Belén
Tomada el 14 de agosto de 2015




















jueves, 22 de octubre de 2015

Presentación

No sabía muy bien como comenzar, y aunque parezca una tontería, la primera frase para mi siempre es la más difícil de escribir, así que he optado por darle un poco la vuelta a la breve introducción que tenía pensada...

Intentaré actualizar esto con nuevas entradas una o dos veces por semana, siempre que pueda y con contenido fresco. No quiero que este espacio se convierta en una acumulación de textos que acaben clasificados como contenido de clase (y sí, esto es un proyecto de la universidad). Al principio me centré en pensar temas que gustaran a la gente, que estuvieran de moda y que crearan interés, pero me olvidé de lo más importante, de que me gustara a mi. Y dije, ¿por qué no hacer todo en uno? 


Lugares que haya pisado, destinos pensados para un futuro (con suerte, cercano) y eventos que hacen de tu tiempo libre una experiencia nueva, es de lo que voy a hablar aquí. Para no hacerlo monótono, todo lo que escriba estará acompañado de fotografías (en su mayoría, hechas por mí o en las que yo aparezca) , y puede que algún que otro vídeo. 


Bueno, sin más dilación, procedo a presentarme,

Mi nombre es Alba y este es mi blog.

PD: Seréis bienvenidos todos los que me sigáis y comentéis (cuantos más mejor).

PD2: Os seguiré a todos de vuelta, prometido.
PD3: (Si habéis llegado hasta aquí, notaréis que adoro los paréntesis)











old town, sevilla
Tomada en Abril de 2015



¡Un beso y que tengáis buen día!